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Fertilización
Tener un Bebe |
La edad es el enemigo silencioso
de la gestación: si una pareja en edad fértil
mantiene relaciones sexuales no protegidas durante
un año y no logra embarazarse, es tiempo de acudir
a un especialista en fertilidad. A medida que pasa
el tiempo las probabilidades de tener un bebé
disminuyen dramática e implacablemente. Así de
simple.
La tendencia de aplazar la
maternidad para lograr metas profesionales está
conspirando contra la posibilidad de que las
mujeres sean madres de manera natural, como lo
hacían las abuelas. Sin embargo, las parejas están en las mejores manos del
continente en materia de medicina reproductiva.
Pero recuerde: no espere hasta los 40 años.
En una brega de placer, con un beso en
un lunar, una caricia en el pliegue del cuello, en
un abrazo más profundo que el dolor; así, se
supone, ocurren los hijos. Guarecidos en la
tibieza del útero, bajo el manto de la piel húmeda
y aún convulsos los músculos del vientre, entre
almohadas mullidas, cobijas mullidas, membranas
mullidas, también, dicen, suceden los hijos. Pero
cuando la naturaleza no responde con la precisión
añorada, y tener relaciones sexuales el día que el
calendario señala como correcto deja de ser una
metodología efectiva para lograr el embarazo, es
momento de buscar ayuda e iniciar un viaje al
fascinante, hermoso y arduo universo de la
reproducción asistida.
Gracias al poder
arrollador de los avances tecnológicos, el
laboratorio de biología sustituye a la pasión como
escenario de la procreación. La vida entre
pipetas, sin embargo, es creada con buenos
porcentajes de acierto: mientras que de manera
natural una pareja tiene entre 20% y 25% de
posibilidades de lograr el embarazo durante un
ciclo -en el que sucede la ovulación mensual-, la
reproducción asistida garantiza cerca de 40% de
probabilidades de éxito. La ciencia, al parecer,
le está ganando la carrera a la naturaleza. En los
laboratorios, los porcentajes de
acierto están a la par de los mejores centros de
fertilidad. ¿Por qué para las
generaciones pasadas era tan fluida la tarea de
convertirse en padres? Sencillamente, asumían la
empresa desde más temprano. Ahora, cuando las
parejas creen que es buen momento para tener hijos
-ganan buen sueldo, compraron casa y auto, han
logrado los más importantes retos profesionales,
resulta que es demasiado tarde. "La edad de máxima
fertilidad es a los 24 años. Una pareja
de 24 años tienen 25% de posibilidades de llevarse
un bebé para su casa un día fértil. Es decir, en
sólo uno de cada cuatro intentos la pareja
perfecta logra quedar embarazada de manera
natural". De aquí se deduce que, en condiciones
normales, no es tan sencillo quedar embarazado. Lo
que sí es, por supuesto, es gratuito. De acuerdo
con la Organización Mundial de la Salud, la
infertilidad se define como "la falta de embarazo
luego de 12 meses de relaciones sexuales regulares
sin protección" (Fuente: www.redlara.com). Esto
aplica para mujeres menores de 35 años, ya que
para las que entran en el rango de 35 a 40 años,
el período de intentos no debe ser superior a seis
meses, y las mayores de 40 años han de acudir de
inmediato a la consulta de un experto en
fertilidad. Estos datos son implacables y no
admiten vistas gordas: la edad no miente y el
tiempo no se detiene.
En Nueva
York -cuna de las neurosis y tendencias que
invadirán el mundo- está ocurriendo un fenómeno
catalogado por la revista New York como "Baby
panic". Los síntomas se evidencian entre mujeres
maduras, profesionales y con exitosas carreras
que, sin darse mucha cuenta, ya están pisando los
40 años. Las estadísticas de los médicos no dejan
resquicio para las dudas: los hombres producen
esperma toda su vida, las mujeres, en cambio,
cuentan con una reserva ovárica que se agota y,
sobretodo, se deteriora con los años. Entonces,
estas neoyorquinas han decidido renunciar a sus
trabajos y dedicarse, no sin pánico, a la tarea de
ser madres a toda costa. "Luego de los 38 años hay
una línea divisoria muy clara, ya los óvulos no
son los mismos", aclara el punto de no retorno el
Jorge Lerner, fundador de Unifertes, uno de los
centros de fertilidad de la Clínica El Avila.
Los tratamientos de reproducción
asistida suelen indicarse si se han descartado
primero los procedimientos más sencillos y
económicos, hasta que, luego de tres a seis
intentos con cada uno, se pasa a otra técnica de
mayor complejidad. Sin embargo, dependiendo del
caso y de la causa de infertilidad diagnosticada,
también se puede ir directamente al método
considerado como más eficiente. Tanto los ciclos
de estimulación ovárica con relaciones sexuales
dirigidas como la inseminación artificial, se
consideran técnicas sencillas y son relativamente
económicas. Ya cuando se requiere que la
fecundación ocurra fuera del útero de la mujer
(Inseminación in vitro, Inyección
intracitoplasmática de espermatozoide en el óvulo
y la Transferencia de blastocitos) se trata de
procesos sofisticados, llamados de alta
tecnología. Evidentemente, es imprescindible que
los pacientes estén correctamente informados sobre
los métodos y sus alcances.
"Hay
una falta de información increíble. Los mismos
ginecólogos adolecen de información. Es muy
importante que ellos sepan cuándo referir a los
pacientes a un centro especializado de fertilidad,
porque a veces llegan parejas que llevan seis o
siete años intentando ciclos dirigidos con
orientación de su ginecólogo, y cuando acuden a
nosotros ya la mujer tiene 37 años", advierte el
gineco-obstetra Sammy Bronfenmajer, fundador de
Embrios, en el Hospital de Clínicas Caracas. Y
peor que no saber, es temer: "Lo primero a vencer
es la ansiedad, el temor. El hombre, por lo
general, tiene mucho miedo a someterse a
tratamiento. Muchas mujeres llegan solas a la
consulta y dicen: 'Mi esposo dice que venga yo
primero y que si es necesario, viene él", cuenta
Lerner.
La verdadera
ventaja de cada centro de fertilidad no será el
número de equipos de última generación que tengan
en sus laboratorios, ni el lujo de la
infraestructura, sino el sereno conocimiento del
tema que inspiren los médicos y biólogos que allí
laboran. Finalmente, en sus manos está
-literalmente- la apuesta más importante de la
vida de la pareja que a ellos acude. Disfrutar
seguros y esperanzados de la concepción de un bebé
es la técnica más eficiente de reproducción
asistida.
"Tener un hijo debe ser un
acto de amor".
Información extraída desde sitios Públicos de la Salud de Internet
En la Provincia de Salta, Ud. puede informarse de estos temas
directamente con sus profesionales.
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